Coaching, mentoring, empowerment la moda que nos viene

Parte Segunda

Ya vimos en la primer parte muy por encima lo que es el coaching. Ahora en esta segunda vamos a tratar el mentoring, que ya como podéis ver la misma palabra nos da una pista de lo que nos puede aportar.

Un mentor es una persona que por medio de su experiencia aporta datos, propuestas para que su mentado aprenda a valerse por si sólo y una vez conseguido el objetivo se retira. No interfiere en su trabajo a diferencia del coaching que si interviene directamente. El mentoring se basa en aportar al jugador o grupo soluciones basadas en su propia experiencia vivida.

La relación de las dos facetas es clara, se complementan activamente pero a diferencia del coaching, que si interactúa, actúa basado en las experiencias que recibe de haber aplicar el coaching o de su dilatada experiencia lograda en su deporte u otros. El mentoring aporta de sus experiencias personales datos para ayudar y mejorar a la persona que los recibe hasta lograr su objetivo.

Por tanto la principal diferencia que encontramos es que al aplicar durante muchos años el coaching, un entrenador ya puede pasar debido a sus experiencias anteriores al mentoring. Para desarrollar el mentoring, previamente se ha debido de disponer de multitud de experiencias personales en el coaching, práctica deportiva o en la tarea o faceta en donde se va desarrollar su mentoring.

Para poner un ejemplo fácil, el mentoring se debería aplicar obligatoriamente en las situaciones donde un jugador sufre una lesión muy grave o ficha por un equipo. Recientemente un jugador conocido mío sufrió una gravísima lesión. Le aconsejé que durante el periodo de recuperación, aprendiera inglés, se sacara el título de entrenador y entrenará jugadores de la base de su Club. Si yo fuera su mentoring no sólo le hubiera aconsejado esto, sino que me hubiera preocupado de que lo haga. Y le haría un control para saber cómo le va, que tal día tiene, etc. Hasta que dicho jugador volviera a las pistas que es donde acabaría mi trabajo. Pero hasta entonces me hubiera preocupado de él para que no se viniera abajo y su recuperación fuera un éxito, que es el objetivo que me habría marcado el Club.

El mentoring se aplica sobre todo en los deportes individuales donde disponer de una persona que previamente haya pasado por la mayoría de problemas que un mismo jugador sufra, le ayuda por medio de su experiencia a superarse con consejos y actuaciones correctas. Debemos tener claro que en un deporte individual el entorno del deportista es muy pequeño, y eso a la larga produce tensiones debido a la excesiva confianza que se adquiere con él. Aunque en estructuras grupales su aplicación no está muy extendida si cada vez se emplea mucho más.

Para daros otro ejemplo, si tenemos un psicólogo en la plantilla que no sepa o no le guste ni haya practicado el deporte donde el actúa, difícilmente puede saber como le afecta a un jugador fallar un gol clave, a un portero no detener un balón o como le puede afectar una derrota a un entrenador. Y esas sensaciones debe de haberlas sufrido el mentoring para poder tener la certeza del estado del jugador o entrenador.

Una de las claves en las estructuras actuales es que sin saber delegar y queriéndolo controlar todo, se va a contra corriente. Cada vez más la participación de más elementos externos e internos son claves para el éxito en la faceta deportiva. El entrenador se vuelve más un gestor de talentos, recursos y habilidades de su cuerpo técnico y humano para sacarle el máximo rendimiento a un equipo. Querer controlarlo todo y querer hacerlo todo desemboca en un fracaso a medio plazo.

Otro error es el entrenador que adquiere todo el protagonismo y que piensa que por su cargo ya sabe más que cualquier otro y que nadie le puede aportar nada, y si se lo aporta en función de su cargo lo obvia sin caer ni en pararse a reflexionar o pensar en lo que le aportan. Un buen mentoring le enseñaría a mostrarse más receptivo, ya que a veces el comentario de cualquier persona, aunque fuera externa de su deporte, le podría dar datos que le servirían para hacer mejor su trabajo o simplemente le mejoraría su imagen de persona distante por ejemplo.

Dentro de una estructura deportiva varias personas pueden desarrollar varias funciones de mentoring. Otro ejemplo claro lo tendríamos en el médico del equipo, ya que aparte de cuidar la plantilla puede hacer de mentoring para que un jugador tenga una dieta equilibrada. Y a su vez en este mismo jugador podría disponer de otro mentoring en forma del delegado para que se formara en sus estudios. De esta manera equilibraría su vida fuera del ámbito deportivo pero con un resultado deportivo ejemplar sin que para nada interviniera el entrenador. Pero este entrenador saldría beneficiado al aplicar el coaching al grupo y el mentoring a sus jugadores, ya que este jugador u otros vendrían con más ganas a los entrenamientos y por tanto su predisposición aumentaría y muy posiblemente los resultados del equipo y por tanto su imagen de entrenador consecuentemente también.

Más ejemplos, en un club disponemos de un psicólogo que hace el trabajo de mentoring en el grupo. Pero se nos ha retirado un jugador que llevaba más de 15 años en el Club. Pocos conocimientos técnicos tiene ese jugador y por tanto no quiere entrenar, pero si le gustaría colaborar en el club. El procedimiento correcto sería poner al ex jugador de mentoring de la plantilla, con objetivos diversos. (Hacer que los jóvenes se integren, lograr mayor compromiso de los mejores jugadores, formar al capitán, etc) y utilizar al psicólogo como mentoring de él para que le forme en las maneras, formas y metodologías. De esta manera el equilibrio es perfecto.

El mentoring debe hacerse desde la comunicación y reflexión, nunca debe estar al lado de su pupilo siempre y en todas las situaciones. Si no es capaz de provocar la autocrítica, esfuerzo y sacrificio en su mentado su trabajo no es correcto. Ya que entonces se convertiría en un adulador. La franqueza debe ser bandera de la relación entre en mentor y mentado, por tanto el jugador debe tener claro que a veces oirá cosas que no le gustan.

Puede existir un debate interesante entre la figura del representante y la figura del mentoring. Ese debate a veces provoca tensiones en las relaciones entre un jugador y su club debido precisamente a que los dos intereses pueden ser antagonistas. Normalmente el jugador hará caso a su mentor o representante en la toma de una decisión importante, y a lo mejor su representante ya estaba desarrollando esa faceta con él desde una temprana edad. Pensemos que un representante dispone de su patrimonio en forma de jugadores y cuando se tiene un patrimonio este se debe cuidar y ya en los Estados Unidos se le asigna un mentoring a cada jugador que sale del draft o simplemente cambia de franquicia o esa faceta la practica su agente.

Muchas veces hemos visto noticias que nos han sorprendido sobre el deporte en general sobre jugadores o deportistas que cambian de club o que no quieren cambiar de equipo, cuando en nuestra opinión eso es un error para él. Pues no os quepa duda que un mentoring bien efectuado evitaría estas situaciones. O jóvenes jugadores que apuntaban mucho y se quedan en nada debido a que de muy jóvenes dejan su hogar y acaban volviendo al cabo de unos años de donde se fueron… con un fracaso total a sus espaldas y sin ningún tipo de mentoring sobre su adaptación, soledad, vida privada, etc por parte del Club que lo ha fichado.

Bueno a estas alturas ya podemos saber diferenciar entre coaching y mentoring sin problemas y podemos aplicar como nos convenga las dos situaciones. Pero como entrenadores trabajaremos evidentemente el coaching pero podemos buscarnos un mentoring que nos ayude para lograr algún objetivo que deseemos.

Estos dos parámetros se aplican ya no a las estructuras deportivas sino también al mundo laboral.

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